miércoles, 23 de julio de 2014

Aprendiendo a Bajar de Peso



Aprender lleva tiempo y tropezones.
¡No importa caer, siempre hay que levantarse! 

¡Un exitoso no es perfecto, sino perseverante! 

Cualquiera sea tu objetivo: adelgazar, llegar a un peso saludable, alimentarte mejor, contrarrestar una sintomatología o combatir una enfermedad, requiere de un CAMBIO. 
Ese CAMBIO es difícil, lleva tiempo y un camino por recorrer. Lo importante encontrar nuestra fuente de motivación y aferrarse a ella, encontrar gente que nos acompañe y que nos guíe en el camino del aprendizaje para sentirnos mejor día a día. 

Asegúrate que el Nutricionista, Asesor en Nutrición, Orientador Nutricional o Coaching Nutricional que elijas te motive y te acompañe tanto en los grandes como pequeños logros y errores. Es sumamente importante el acompañamiento del profesional; que te sientas cómodo/a con la persona que elegiste es lo más importante. 



Para cambiar necesitamos aprender a ser conscientes, a relacionar nuestras emociones con las comidas, a relacionar nuestra personalidad con nuestros actos. Se necesita empezar a aprender a escuchar a nuestro cuerpo, a entenderlo mejor. 

El ser humano desde que nace se relaciona con la comida y a medida que crecemos esa relación se puede convertir tanto en una buena relación como en una mala relación. Todos, y absolutamente todos los humanos comemos no sólo por tener hambre, sino que comemos cuando estamos contentos, tristes, cuando queremos festejar, cuando queremos ahogar penas, cuando nos queremos reunir, y cuando queremos disfrutar de esa peli que tanto esperamos. 
Lo importante es aprender con el tiempo a diferenciar entre APETITO Y HAMBRE. El primero, es social y psicológico, mientras que el segundo es fisiológico, es una necesidad innata del cuerpo humano. 

Bajar de peso, significa transitar por altos y bajos, significa transitar un camino lleno de piedras y cornisas. Pero.. Esas piedras siempre se pueden saltar, y podemos construir puentes para atravesar cada cornisa. La fuerza para intentarlo y lograrlo está dentro de cada uno de nosotros. 
¿Qué pasa si uno se tropieza o se cae? ¡¡NADA!! Uno se vuelve a levantar y aprende de su error, se hace más sabio.
Es importante llenarse de herramientas y aprender nuevas habilidades para enfrentar este reto más preparados. Manejarse positivamente durante este recorrido para bajar de peso, y enfrentar los errores que se pueden llegar a cometer requiere de habilidades. Estas habilidades se adquieren y desarrollan con el tiempo, practicando, y toda práctica puede llevar consigo misma errores. Pero, como se dijo anteriormente: de los errores se aprende ¡y mucho!. 

Llegar al peso saludable y vivir saludablemente no requiere de una dieta estricta y restringida, sino, que se necesita un estilo de vida diferente en el que se adopten hábitos más saludables. 
Exitoso es aquel que logró bajar de peso cambiando su estilo de vida y su estilo de alimentación. Exitoso es quien logró aprender y adoptó un estilo de vida más saludable. 
El éxito en un plan de descenso de peso se manifiesta al igual que la fábula de la tortuga y la liebre. El éxito se logra lento pero seguro. Cuanto más rápido se baje de peso, tenemos más chances de volver a subirlo. 
El objetivo es adoptar ese estilo de vida saludable no sólo para bajar de peso, sino, para tener energía y sentirse lleno de vida. 

¿Vivimos para comer o comemos para vivir?
Es importante aprender que los alimentos son el combustible que nos permite seguir con vida. 
Cuando logramos comprar con nuestros últimos ahorros ese auto que tanto anhelamos, decidimos cargarle el mejor combustible que podamos costear. ¿Por qué decidimos eso? Porque los combustibles más baratos, llenos de plomo y metales pesados, achanchan el motor, lo llenan de residuos y disminuyen la vida media del auto, pudiendo hacer que necesitemos comprar repuestos más seguido. 
¿Por qué con el cuerpo no hacemos lo mismo? La vida es el regalo más preciado que tenemos. El cuerpo que tenemos es el que nos permite llevar a cabo esa vida, en nosotros está saber apreciarlo y cuidarlo correctamente. 
Cuidado! No significa que no podamos darnos gustos y comer esos snacks que tanto queremos, sino que lo que importa es que en la balanza semanal pesen más los alimentos de buena calidad que los de mala calidad.