Desde que somos niños la escuela, la familia, los medios de comunicación masivos y la industria nos dicen que los lácteos son alimentos óptimos para crecer, para fijar el calcio en los huesos y para la salud de los dientes. A ninguno de nosotros siendo niños se nos cruzó por la cabeza refutar o rechazar esa idea, todos seguimos bebiendo leche luego del destete de nuestra mamá.
Existen poblaciones como la nuestra que son grandes consumidoras de productos lácteos...entonces... se podría decir que deberíamos tener muy bajos índices de osteoporosis y osteopenia. Pero esto no es así. El cuerpo necesita neutralizar esa acidez, por lo que recurre a su base mineral alcalina más grande... los huesos. Así, retira calcio y neutraliza la acidez presente en el torrente sanguíneo. Este proceso es el que con el correr de tiempo termina por resorcionar el calcio de los huesos a tal nivel que se comienzan a mostrar los primeros signos de osteopenia y osteoporosis.
¿Qué está pasando entonces?
En 1992 La Facultad de Medicina de Yale asoció y evalúo el consumo de proteínas animales con el índice de fracturas. La muestra se englobó con 34 estudios realizados en 16 países. ¿Qué se descubrió? Un 70 % de las fracturas se podrían atribuir al consumo de proteínas animales.
Los investigadores explicaron que las proteínas de origen animal, a diferencia de las vegetales, incrementan la carga ácida de nuestro organismo; es decir, acidifica la sangre y tejidos.
Es importante que recordemos que nuestro cuerpo sólo absorbe calcio hasta aproximadamente los 25 años, luego depende de nosotros cuidar esa masa mineral ósea aportando los nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento de nuestro organismo.
Cuando las proteínas animales acidifican nuestro cuerpo, éste extrae el calcio de los huesos y por lo tanto también se excreta calcio en la orina.
En el 2000 se publicó un estudio del Departamento de Medicina de California, en cual se detalló que las dietas altas en proteínas vegetales disminuían las tasas de fracturas.
Otro estudio realizado por el Grupo de Investigación de Fracturas Osteoporóticas de la Universidad de California comprobó, siguiendo a un grupo de mujeres durante 7 años, que la pérdida de masa ósea (hueso) de las mujeres que consumieron mayor cantidad de proteínas animales fue 4 veces más rápida que las que consumieron en su dieta un mayor porcentaje de proteínas vegetales.
En las poblaciones de oriente, donde el consumo de productos animales es mínimo se encuentran niveles muy bajos de fracturas de caderas, mientras que en nuestra población occidental, ya es una fractura común al superar la edad de los 60-70 años.
¿Qué pasa cuando ingerimos lácteos y alimentos fortificados regularmente? El consumo persistente de excesivas cantidades de calcio durante un tiempo prolongado anula la capacidad del organismo de controlar no solo cuánto calcio debe utilizar, sino también cuándo utilizarlo.
En condiciones de salud, el cuerpo emplea una forma activada de la Vitamina D (calcitriol) para regular la cantidad de calcio que se absorbe de los alimentos y la cantidad que excreta y distribuye hacia los huesos y el organismo. Entonces si ingerimos dosis excesivas de calcio hacemos que el cuerpo pierda la capacidad de regular este metabolismo con la Vitamina D, generando un círculo vicioso.
Recomendaciones para reducir el riesgo de padecer osteoporosis
- Ingerir alimentos vegetales ricos en calcio.
- Consumir harinas y azúcares integrales. Evitar todo tipo de refinados (harinas y azúcares blancos)
- Consumir leches vegetales que poseen muchos nutrientes de óptima calidad nutricional.
- Mantenerse activo físicamente.
- Evitar alimentos altamente procesados y envasados.
Fuentes bibliográficas:
- Libro del Dr. Campell, "El Estudio de China".
-American Cancer Society. "Cancer Facts and Figures- 1998".
- Flegal K., y col. "Prevalence and trends in obesity among U.S adults, 1999-2000". JAMA 288 (2002)
-Ornish D., y col. "Can lifestyle changes reserve coronary heart disease?, 1990 Lancet 336
- Campbell y col. " The dietary causes of degenerative diseases: nutrient vs foods". Humana Press 1994.
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